Se originó en Japón a partir de una semilla de Miyagawa.

El árbol es poco vigoroso y esporádicamente aparece alguna espina. La viabilidad del polen es muy baja. La variedad es partenocárpica y autoincompatible.

Es productiva, de corteza lisa, sensible al bufado y al planchado por golpe de sol.

Suele necesitar aclareo de frutos para mejorar el tamaño.

(Fuente: IVIA)